Entrenar en grupo puede ser una experiencia emocionante y motivadora. Sin embargo, también puede haber algunos desafíos que debes tener en cuenta antes de unirte a un grupo de entrenamiento. En este blog, exploraremos algunos de los desafíos más comunes de entrenar en grupo y cómo superarlos.
Diferencias de nivel dentro del grupo
Es común que los miembros de un grupo de entrenamiento tengan diferentes niveles de condición física y estados de forma. La propuesta de entrenamiento adquiere un nivel de desafío mayor para el entrenador porque todo entrenamiento debería ser adaptado para cada persona que forma parte de un grupo de entrenamiento, para que todas las personas consigan su objetivo.
Competitividad de forma positiva
La competitividad puede ser una motivación positiva, pero también puede ser un desafío cuando se trata de entrenamiento en grupo. Es importante enfocarse en el progreso personal y no compararse con los demás ya que no todas las personas han tenido las mismas experiencias previas de entrenamiento y cada persona es diferente. En lugar de centrarse en quien hace el entrenamiento más veloz, entrena en cooperación con tus compañeros para ayudaros de manera conjunta a superar los entrenamientos y alcanzar tus objetivos.
Falta de motivación
Es fácil perder la motivación cuando se entrena en solitario, pero también puede ser un desafío cuando se entrena en grupo. Si te sientes desmotivado, trata de encontrar un compañero de entrenamiento con objetivos similares, parecido nivel de condición física o habla con tu entrenador para pedir consejo y generar una motivación adicional para conseguir tus objetivos
Falta de flexibilidad
Entrenar en grupo puede limitar la flexibilidad en cuanto a horarios. Sin embargo, entrenar en grupo tiene una serie de beneficios tales como: establecer relaciones personales, sentido de pertenencia, es importante encontrar un grupo de entrenamiento que se ajuste a tus horarios, objetivos, que apliquen los principios del entrenamiento estudiadas en Ciencias de la Actividad física y del Deporte (individualización, progresión…), controle la carga de entrenamiento, valore tú condición física (movilidad articular, asimetrías….) y te proporcione herramientas para la mejora condicional y socioafectiva. Si no encuentras un grupo que se ajuste a tus necesidades, considera la posibilidad de trabajar con un educador físico deportivo en lugar de un grupo.
En conclusión, entrenar en grupo puede ser una experiencia gratificante y motivadora, pero también puede presentar algunos desafíos. Con la atención adecuada a estos desafíos y la disposición a trabajar juntos, puedes superarlos y alcanzar tus objetivos de entrenamiento. La propuesta de entrenamiento adquiere un nivel de desafío mayor para el entrenador porque todo entrenamiento debería ser adaptado para cada persona que forma parte de un grupo de entrenamiento, para que todas las personas consigan su objetivo.
